¡Holaa! Un invento que hice el otro día, aproveché las verduras que tenía y las puse encima de un hojaldre como si fuese una pizza. Tengo que decir que me gusta más que la pizza. Es más ligerita y tiene más sabor.
En la foto está sin hornear porque hice una foto horneada y ha salido borrosa
· INGREDIENTES:
- 1 placa de hojaldre
- 4 tomates
- 1 o 1/2 calabacín
- 1 berenjena no muy grande
- 1 cebolla pequeña
- 1/2 puerro o 1
- 1 puñadito de beicon troceado (para darle un toquecillo)
- Queso rallado
- Orégano
· PROCEDIMIENTO:
Precalentamos el horno a 180º
Yo usé una placa de hojaldre de Mercadona (hacerla es un coñazo porque se tarda mucho). La venden tanto fresca como congelada. En mi caso es congelada. La sacamos y la dejamos descongelar unos 15 minutos a temperatura ambiente (o más si fuera preciso).
Enharinamos una superficie un poquito para estirar la masa y dejarla más fina. Ponemos encima la placa y con un rodillo la estiramos.
La levantamos con cuidado para que no se nos rompa y la ponemos en la bandeja del horno sobre un papel vegetal.
Cortamos los tomates en rodajas finitas y las vamos colocando sobre el hojaldre de manera que se cubra toda la masa. Le echamos una pizca de sal (sin pasarnos).
Luego cortamos rodajas de calabacino finas y las colocamos sobre el tomate rodajas (no demasiadas, que no quede una pizza recargada porque si no, no sabe a nada, sabe a todo, en España tenemos la manía de echarle de todo a las pizzas, pero cuanto más sencillas, más ricas y más se disfruta el sabor).
Hacemos lo mismo con la berenjena, disponemos las rodajitas sobre el calabacino. Y lo mismo con la cebolla y el puerro. Echamos una pizca de sal por encima de las verduritas. Y añadimos el puñadito de beicon troceado.
Ahora ponemos un poquito de pimienta negra y orégano. Por encima el queso rallado y lo metemos en el horno de 5-10 minutos, según vayamos viendo que las verduras y el hojaldre están hechas. Lo sacamos cuando empiece a dorarse un poquito el queso ¡Y listo!
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